A principios del siglo XVIII, el matemático suizo Leonhard Euler desarrolló un tipo de rompecabezas llamado "Cuadrícula Latina", que consistía en llenar una cuadrícula de 9x9 con números del 1 al 9 de manera que no se repitieran en ninguna fila ni columna.
Fue en 1979 cuando el arquitecto estadounidense Howard Garns diseñó la versión del Sudoku que ha llegado hasta nuestros días, modificando con éxito el concepto de la Cuadrícula Latina. El aquellos días este rompecabezas se conocía por el nombre de Number Place (Lugar del número) y aparecía publicado en las revistas Dell Pencil Puzzles y Word Games.
En 1983, Maki Kaji, fundador de la editorial japonesa Nikoli dedicada a los pasatiempos se interesó por el juego y tras efectuar algunas modificaciones en las reglas de juego lo renombró bajo el nombre de Suji wa dokushin ni kagiru (Los números deben estar solos), que finalmente en 1984 adoptaría la forma abreviada de Sudoku (sū = número, doku = solo).
Del éxito inicial en Japón en la década de los 80, pasó a Europa de manos del periódico británico The Times quien en el 2004 comenzó a incluirlo en su publicación. A partir de entonces se ha convertido en un fenómeno de masas.
El Sudoku se juega en una cuadrícula de 9x9, dividida en nueve regiones que son subcuadrículas de 3x3. Un total de 81 casillas que hay que rellenar con números del 1 al 9, de manera que cada columna, cada fila y cada región contengan todos los números del 1 al 9 sin repetirse.
Al comenzar, se proporcionan algunos números ya colocados en algunas de las celdas del tablero. Estos números no se pueden cambiar y son las pistas que te ayudarán a resolver el Sudoku. Para completar el Sudoku, debemos utilizar la lógica y el razonamiento deductivo para determinar el número correspondiente a cada celda vacía.
Este tipo de juego permite ofrecer distintos niveles de dificultad según el número de pistas que se ofrece al principio de la partida. Cuantos más números haya situados al principio del juego más fácil resultará concluirlo con éxito porque la solución será más evidente. Por el contrario una versión difícil del juego te aportará pocas pistas iniciales para que el trabajo deductivo que hayas de realizar sea más intenso.
Tras la versión clásica del juego del Sudoku han surgido muchas variantes, como la sustitución de números por letras o símbolos, la modificación del tamaño del tablero o la adición de reglas que condicionan la terminación del juego, o incluso han surgido juegos similares inspirados en la necesidad de un mismo razonamiento deductivo para finalizarlos con éxito.
Nuestro interés, al crear esta página, ha sido recopilar y poner a tu alcance una amplia selección de todos estos juegos para que seas tú mismo el que decida en cada momento a cúal de ellos te apetece jugar. Por tanto, ¡Disfrútalos!